El nuevo periodismo de provincias, de Truman Capote a Tom Wolfe a ti

Voy a contar una historia de esas de ejemplo sin nombres para no molestar a nadie y sin más datos que los que me apetezca, porque no soy un medio de comunicación. Además, los medios de comunicación recurren a los anónimos y a las fuentes inventadas, ¿por qué no iba a hacerlo yo en mi blog?
Un amigo ha pensado hacer un nuevo medio digital, "como tantos otros", le han dicho, "ahí no hay negocio", le han insistido. Comentarios normales y corrientes. Pero lo menos normal y corriente es que ha ido pidiendo opinión, explicando su proyecto a diversas personas y colectivos y zasca, le han metido el miedo en el cuerpo. En un partido político le dijeron que "tuviera cuidado con los artículos que sacaba porque la vida daba muchas vueltas y a estos les quedan cuatro días". En otro partido le dijeron que "mira a ver qué sacas porque el presupuesto de publicidad está todavía por cerrar". No digo lo que susurran algunos sindicatos porque no.
Imagen de Ecopolitica.net
Pero lo que más me ha llamado la atención es que quedó con un tipo de esos que en su curriculum incluye un renglón en negrita, "tertuliano" dice, de esas personas de Albacete que se las da de conocer a mucha gente y saber mucho más que los demás. Por eso es tertuliano.
El personaje en cuestión le aseguró que no debería meterse con una persona X, no debía ofrecer una información que no ha salido en ningún medio, salvo en algunas redes sociales minoritarias (no nos engañemos). "Si hablas de esa persona, o dejas que alguien en tu medio hable de esa persona, podría perjudicarte", le dijo, con la mejor intención. Claro, hay que sacar lo que digan otros, o lo que salga en la mayoría de medios, o lo que indiquen las notas de prensa.
Y él empezó a pensar: "¿Perjudicarme, en qué? Si estoy empezando lo único que pueden hacer es no leerme, porque no me pueden quitar el dinero, ¿o sí? No pueden partirme las piernas o darme una paliza, ¿o sí? No pueden bloquearme la web nada más empezar, ¿o sí?".
Le entró el miedo, porque la respuesta a todas las preguntas era sí, le pueden cerrar la web, le pueden quitar dinero (a través de demandas), le pueden partir las piernas y/o darle una paliza (hay maneras de hacerlo, incluso en Albacete).
"Cuántas cosas para un joven emprendedor", pensó, "eso no me lo dijeron cuando me asesoraron en AJE".
Pero no estaba desanimado, sólo había escuchado consejos, consejos de gente de derechas, izquierdas, mal llamados centros, mal llamados "yonosoydeninguno", sindicalistas, gente de feda (si los llamo fedaiyines como los llaman muchos en Albacete, quedaría bastante mal).
Total, que ha empezado a hacerse una lista de temas que no puede tocar, personas de las que no puede escribir y personas a quienes llamar para que le digan qué debe o qué no debe decir/hablar/pensar.

(Actualización. Después de escribir este post me indican que un político de Albacete ha llamado a E.P.A. para llamarlos incompententes porque no habían pedido su punto de vista y le hacían quedar mal en un artículo. ¿Uno queda mal por idiota e incompetente o por culpa de un artículo en la prensa?)
(Actualización 2. Me indican que un político del otro partido de Albacete llama para quejarse a un medio de comunicación, llamarlos incompetentes. Porque no lo habían llamado a él a una tertulia. Como os he dicho antes, poner tertuliano en el curriculum, mola)
(Actualización 3. Sé el nombre de todos los que escribo y lo digo en privado no en público. Igual que sucede en todos los medios de comunicación de Albacete. Pero mientras el pez gordo se coma al pequeño y el pequeño ande desprotegido; el pez pequeño recurrirá a todas las argucias posibles, nunca a quedarse con el trasero al aire)

Dame facebook y dime tonto

En épocas turbias y turbulentas como la que vivimos, hay que tener cuidado con lo que dices, cómo lo dices y delante de quién lo dices.
Imagen de Freepik.es
Además, tienes que tener cuidado extremo en qué escribes, con qué emoticonos lo escribes y qué personas lo leen a través de tus redes sociales. Porque no existe el sarcasmo y la ironía en según qué mentes, como tampoco existen emoticonos para las figuras literarias y del lenguaje.
Ahora cualquiera puede decir cualquier cosa, pero ¿decimos exactamente lo que pensamos? ¿Tenemos recursos para ello? Y, la gente que lee, ¿entiende lo que decimos?
No.
Antes era complicado, ahora es incluso peligroso.
Ejemplo: Me meto en facebook, escribo una sandez, un amigo se ríe, se mofa de mí. Pero un segundo amigo no lo entiende y se enfada, se mete con amigo uno. Un tercer amigo se ríe de los dos y habla de un tema personal. Cuando yo quiero darme cuenta, se han enzarzado en ataques personales. ¡Y ni siquiera se conocen!
Pero lo peor de este ejemplo es cuando sucede con personas que sí se conocen, con amigos de toda la vida que, de repente, se descubren ante las redes sociales.
Como todos damos nuestro punto de vista al respecto de cualquier cosa, y todos sabemos de fúngol, política, comercio exterior, la distancia de la tierra a la luna, o el sexo de los patos, y encima tenemos a google para contrastar y confirmar cualquier, y afirmo cualquier punto de vista, pues, el lío se convierte en peligro.
Amigos que se enzarzan, amigos que descubren que sus amigos son jilipollas, inútiles, incompetentes o peor, concejales.
No tengo moraleja, no puedo, porque mis mismas palabras pueden ser malinterpretadas, cualquiera podría pensar de mí que soy idiota, inútil, incompetente, o peor, sindicalista.
Y como no hay emoticono, no entenderían la ironía, el sarcasmo, el juego de palabras, un calambur simple o una hipérbole hiperbólica.

hambre

Que cierre una universidad en Grecia es tal contradicción que sólo escribirlo me avergüenza. No soy defensor de cierto profesorado universitario (español, porque conozco poco más). La universidad a la que me refiero está (a partir de ahora, estaba) en Atenas. Cierra por la crisis.
¿Alguien es tan inocente como para pensar que abrirá de nuevo cuando no haya crisis? ¿Alguien ve la salida de la crisis? No me refiero a la crisis económica puesto que los bancos y las grandes empresas siguen canalizando de manera adecuada sus beneficios; sino a la crisis social.
Una crisis social donde prima el engaño y quienes nos dejamos engañar.
Desde luego que el dinero es importante pero si pienso en esta palabra, Atenas, no pienso en euros. Me sucede lo mismo que cuando silabeo Alejandría, o Damasco, o Bagdag, no pienso en atentados. Imagino otras cosas.
El inconveniente es que vivimos una época de hambre, de hambre social y, por desgracia para muchos, económica, con lo cual es sencillo sacrificar el libro viejo que habla de cuentos, de narraciones, de historia, de literatura, de epopeyas. Se sacrifican las historias que cuentan los mayores, las que dan el poso de conocimiento. Porque las historias no están siempre en los libros, no os voy a decir de dónde surgen.
Para explicaros esas pequeñas cosas hacen falta sitios como el que cierra.

Fallos que no se perdonan: comunicado erróneo de Moncloa

No sé las veces que lo he dicho: ¡cuántos incompetentes hay por ahí trabajando y cobrando un dineral!
Y siguen trabajando y como mucho se llevan una bronca, que a tres mil euros al mes (quien dice 3, dice 6), me río yo de los engfados del jefe y de la presión porque el currito que esté libre de presión que tire la primera piedra. (Perdón, que haga el primer tuit).
La última ha sido el Gobierno, sí, el Gobierno, donde ni se sabe la cantidad de jefes de gabinete y responsables de prensa que hay. Sí, en el gobierno, sí, de colegios y universidades privadas a juzgar por lo que dicen de ellos los periodistas de izquierdas (esos que tienen cuernecillos, rabo diabólico y olor a azufre).
Esos mismos responsables de prensa y de gabinete apenas han sabido controlar tuiter, por dios, tuiter, que hasta en las ofertas más chorras de infojobs te piden "conocimientos en redes sociales".
Pero lo más doloroso para los que estamos en paro y hemos trabajado en prensa y, lo peor, nos gusta trabajar en prensa o como asesores/consultores, ha sido ver el comunicado que mandó el Gobierno: con un párrafo equivocado, ¡un párrafo equivocado! Un párrafo erróneo prueba de que era un comunicado de prensa antiguo reciclado, ¡de condolencias! Condolencias que daban en otro accidente, en otra situación, en otra catástrofe.
Y se coló.
Vale, esa práctica es habitual, sobre todo si tienes prisa. Pero en una situación como la de Galicia te exprimes el cerebro y sacas cuatro o cinco párrafos, salvo que seas un puto idiota, sin perdón de la expresión, ¡un puto idiota! Sí, todos tenemos derecho a equivocarnos, pero a esos que viven como marqueses, que cobran un dineral, que tienen puestos de responsabilidad, que cenan con los directores del mundopaísrazónabc, deben tener capacidad para inventar/crear cuatro párrafos de condolencias.
Al principio pensé que era un error, una jugada de tuiter para seguir riéndose de Rajoy, pero no. Y pensé: "oh, dios-mío!
¿Quieren mi curriculum?
En serio, en serio lo digo. Sin ánimo de chulear. Estoy en paro y con lo que cobra esa gente podríamos vivir varios periodistas, consultores, asesores. Pero profesionales.
Porque estoy más que harto de ver incompetentes.

Algo pasa en el periodismo de Albacete

Algo pasa en el periodismo de Albacete

Algo pasa en el periodismo de Albacete, algo pasa a los periodistas de Albacete.
En fechas recientes mi amigo Miguel Ángel Aguilar criticaba cierto comportamiento de ciertos periodistas y ciertos medios de comunicación. No doy más datos, le echáis un ojo.
Es cierto que los medios de comunicación han cambiado, sobre todo para los periodistas que se han quedado en la calle, mejor dicho, los han despedido de manera fulminante y, en muchos casos, denigrante.
En muchos casos también se les ha dicho aquello de "no volverás a trabajar en Castilla-La Mancha", algo que ya dijeron en época PSOE a muchos periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión.
Pero fíjate que cuando uno se queda sin sustento económico, salvo el paro y salvo la economía sumergida (quien puede, como hace todo el mundo en España, si no sería imposible sobrevivir), le siguen quedando ganas de contar cosas, ganas de escribir, hablar y relatar. Porque los que son periodistas de verdad, ¡y en Albacete hay muchos!, siguen con ganas de contar lo que sucede alrededor.
Se encuentran estos buenos profesionales con que nadie les censura (de momento), con plataformas gratuitas o relativamente baratas desde las que escribir, hablar, contar, relatar lo que sucede alrededor.
Y encuentran estos periodistas que disponen de tanta información, tantos contactos y tantas historias en la recámara que deciden contarlas sin tapujos.
¡Sin tapujos!
¿Nadie va a ser capaz de callar a estas personas que según vayan ganando lectores irán consolidando proyectos e irán diciendo más y más verdades? ¿Qué les podrían hacer, partirles las piernas?

Este artículo lo motiva la visita ayer de las más altas instituciones de ESPAÑA en forma de viaje relámpago en tren.
La cantidad de críticas veladas a través de titulares centelleantes, fotografías estupendas y vídeos a destiempo ha sido tan amplia que cualquiera que esté en el poder no puede sino verse criticado sin recibir crítica alguna. Y no me refiero a cómo se ríen de todos y cada uno de ellos en las redes sociales, me refiero a medios de comunicación.
Hasta los periodistas de medios de comunicación formales que reciben censura directa vía publicidad u otras, han sido capaces de "colar" comentarios y críticas, lo cual no debería sino hacernos sentir orgullosos de todas estas personas que escriben, hablan, graban, cuentan, porque siguen teniendo fuerza y buen humor para hacer lo que les gusta. A pesar de las trabas, a pesar de las censuras directas, a pesar de las amenazas, a pesar de los pesares.
Foto de M. Podio del extinto La Verdad de Albacete, año 2008
Ah, y no se piensen los del otro partido, los sindicatos o empresarios, que se pueden ir de rositas porque todos los profesionales, profesionales de verdad, disponen de una batería de temas en sus libretas y grabadoras, así como de fotografías comprometedoras, festivas, divertidas que harás las delicias de ese público que quiere escuchar, leer, ver historias de verdad, no simples comunicados unidireccionales, historias que importan a las personas como tú y como yo, como la vecina del quinto o el tipo que almuerza en el café de debajo de tu casa, en el barrio.
¿Que algunos parece que no tienen viabilidad económica? Ya veremos.
¿Que algunos sucumbirán al poder? Ya veremos.
¿Que algunos cederán a las presiones, críticas, denuncias? Ya veremos, ya veremos, ya veremos.
¿Que cuando cambie el poder de manos se suavizarán las críticas? JA, ya veremos.
Mis saludos para todos.
Mis saludos a quienes tratan de hacer su trabajo desde las trincheras.