La hora de la verdad en el café

Un señor dice en una cafetería: "A este Gobierno le quedan dos días, con lo de los 67 años les han dado la puntilla". En otra cafetería, un poco más tarde, una pareja charla y asegura que no habrá cambio posible porque las personas somos tontas y de aquí a dos años habremos olvidado toda esta situación.
¿Cuál es la situación? ¿Cuál es la metedura de pata si la hay? ¿Confiar en un Gobierno denominado de izquierdas cuando realmente no lo es?
En el siglo XXI la política se rige menos por ideologías que por comportamientos. Y la manera de gobernar y hacer oposición define y demarca a los partidos políticos. Sólo hay que repasar las medidas que se implantan en el momento actual y las que se han desarrollado en otros momentos.
Más parados que nunca.
Más desonfianza que nunca en el sistema.
¿Preocupa el futuro de las generaciones venideras? Primero hay que solucionar los problemas actuales, aunque da la senación de que algunos prefieren que se solucionen con el tiempo, o solos, o con el tirón europeo (una vez más) o quizás gracias al poder de las ondas Kondratiev.
Es otra manera de hacer política; pero degenera en comentarios a la hora del café: "Hijo, de mayor tienes que ser político, así podrás hacer lo que quieras sin miedo a que nadie te diga nada y viviendo del cuento", o, "a estos h.d.p. los va a votar su p.m.", "ni a estos ni a los otros".
¿Dónde quedan la honradez, la ética y la dignidad? Olvidados en viejos catecismos polvorientos. ¿Dónde queda el progresismo y la libertad? Simples eslóganes que impulsan a la partipación electoral y ayudan a indecisos y timoratos.
El márketing: ¡Cuánto tienen que agradecer los partidos! Como Nescafé a George Clooney, y Citroen a Cindy Crawford.

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