Cosas de final de enero, Islandia, paro, cine

La tasa de paro en España se coloca por encima ed 20 %, lo que supone que frente a los
18.408.200 de personas activas (quiero decir, trabajando) hay 4.696.600 personas paradas (quiero decir, en paro).
En Castilla-La Mancha y en Albacete la situación es peor porque la tasa de paro está por encima del 21 % en ambos casos. 42.000 personas en paro hay en nuestra provincia, frente a 154.000 que trabajan.
Estos datos nos pueden parecer bien, mal o regular, pero no dejan de ser agua sobre suelo mojado, más de lo mismo, durante meses y meses y van un par de años.
Todo en unas fechas donde en diferentes foros de internet que visito se debate sobre la democracia moderna y la situación de España (no hay que ser un lince para entender que de manera mayoritaria la gente está a disgusto).
Uno de los debates es al respecto de la prohibición del tabaco en los bares (no entro en detalles).
La otra es sobre la ley de la chica del cine y las descargas de cultura, que se ha llevado por delante al presidente de la Academia de Cine por ser politicamente incorrecto. Y eso significa, ni más ni menos que ha dicho lo que pensaba, ha escuchado los diferentes puntos de vista y ha tomado una decisión.
Se le olvidó lo de ver, oír y callar; pero, sobre todo, se le olvidó lo del ordeno y mando, a callar y porque lo digo yo. Pero ha manifestado que hay un foro de debate muy serio, crítico y moderno en la red, de manera que la democracia moderna debe ponerse las pilas y tener en cuenta los puntos de vista actualizados (no voy a entrar en el papel de las nuevas tecnologías porque es obvio).
El otro debate que ha llegado a mis oídos ha sido la situación política de Islandia y la manera que han tenido de enfocar la crisis económica, dándole bríos nuevos al sentido de participación activa de sus ciudadanos.
Se podrían tener en cuenta muchas cosas, desde el tamaño, a la cultura democrática, características de población y políticas. Pero yo me quedo con una fundamental: los islandeses no son españoles, de manera que no podemos importar el modelo, igual que no podemos importar el modelo británico, ni el eeuuense. Se pueden copiar partes pero nunca el modelo entero, no funciona.
Lo que sí deja claro es que hay nuevas maneras de manifestarse, no sólo en la calle, sino vía Internet y que, a poco que la gente se anime, saldrá a la calle, o se asociará, o formará grupos que se convirtarán en grupos de presión lo suficientemente fuertes como para molestar (no digo yo desestabilizar) a cualquier partido gobernante.
Y con cinco millones de personas sin trabajo, mucho jaleo se puede dar, desde luego.

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