Cosicas que dicen las estadísticas de las que uno puede fiarse:
- Primera sorpresa, a los españoles lo que más le preocupa es la economía o todo lo relacionado con el paro y la economía.
- Segunda sorpresa, el 98 % de los españoles piensan que la economía va regular, mal o muy mal.
- Tercera sorpresa. Al valorar si la situación política (políticos y gobierno), casi el 93 % dicen que está regular, mal o muy mal la cosa...política.
Y, aunque me pese decirlo, no es cierto, no es cierto en su totalidad, se entiende.
La clase política es necesaria en el sentido en que necesitamos personas que nos representen y que dediquen sus esfuerzos diarios a hacernos la vida mejor a los demás.
Y si no la vida mejor, al menos no perjudicarnos.
Es aquí donde la sensación se trunca. Si somos sinceros, todos o casi todos, conocemos a un político profesional que nos cae bien, que es serio, responsable, buena persona y se preocupa por su entorno. Es decir, cumple con su trabajo, ni más ni menos.
Éste ni más ni menos es el que hay que exigir a la persona que está en su puesto de trabajo porque nosotros la hemos elegido (no entro en el debate de que en los partidos mayoritarios no se elige de manera democrática, sino que se coloca por influencias).
Además de conseguir un funcionamiento mejor, la clase política tendría mejor nombre y animaría a muchas personas, jóvenes y no tan jóvenes, a ocupar un puesto de trabajo de esfuerzo por tu pueblo, región, país...ni más...ni menos. Sin recurrir ni caer en aquello de políticos sinvergüenzas, el mejor ahorcao, todos ladrones, todos interesados, sólo miran por su propio interés, etcétera.
Ah, el que no cumple en su trabajo, despido al canto...y sin indemnización, como a todos los demás.
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