Libertad de expresión/prensa

La libertad de expresión es una tontería, en este país y en todos. Una cosa es que esté escrita y rubricada y refrendada en la Constitución y otra cosa es que de verdad pueda llevarse a cabo. No hay libertad de expresión en España. La última es muy buena, por la otra punta. Las cámaras de fotos en el Congreso (porque las teles no pueden entrar desde hace tiempo) es posible que dejen de poder entrar o fotografiar lo que ellos quieran.
Y el motivo ha surgido desde el periódico El Mundo, lo cual tiene gracia y es irónico porque este periódico (no sus profesionales y trabajadores) no se caracteriza por hacer periodismo de primera ni de jugar limpio con la libertad de expresión. Pero esto es lo de menos, porque las voces se han movido en el Congreso, son de esas personas que hacen la ley, nuestros representantes legales. A quienes dejamos la posibilidad de que hagan las leyes por nosotros.
De momento, antes de empezar a andar el nuevo Gobierno, lo primero es estudiar si se pueden hacer fotografías en el Congreso. Pero las comprometidas, las del congresista que no está en su sillón, la del que está haciendo el crucigrama o mirando porno, o descargando un juego para su hijo, o leyendo la prensa.
Estas imágenes no dan buena imagen. No es un juego de palabras aleatorio, es la verdad.
Así, como primer punto del orden del día, acomodar la ley a su punto de vista. Buscar un resquicio legal para saltarse la constitución y dejarnos apenas las imágenes institucionales del Congreso: el congresista leyendo, el congresista con las gafas en las manos mientras piensa, el congresista asintiendo, el congresista votando y legislando. Es posible incluso que contraten a alguien para que haga las fotos y luego se las mande por correo a los periódicos, así nos ahorramos unos cuantos fotógrafos de prensa y se pueden justificar despidos.
Esta pregunta es pura retórica pero, ¿tendríamos ahora fotos históricas de Tejero y el 23 F si siguen adelante las propuestas?

No hay libertad de prensa en España y en provincias menos. Cualquier periodista o fotógrafo de Albacete sabe que si saca a un alcalde, concejal, etcétera, en pose incómoda, su jefe lo puede despedir. Y no estamos para perder salarios de 700-1000 euros por una tontería. Con lo cual  la libertad de prensa o de expresión es una tontería mientras haya un plato caliente en la mesa a la hora de comer.

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