La muerte se coló por mi ventana

Pienso en decenas de cosas cuando un asesino se carga a personas.
Pienso en un montón de cosas pero sobre todo pienso en dos: las familias irrecuperables, y qué tipo de sociedad es ésta que considera la violencia y el asesinato como una opción.
No, no, no, no me digais que son  unos locos, probablemente sí, casi con total seguridad. Eso no lo justifica nunca lo suficiente.
Luego determinados medios de comunicación utilizarán comentarios de sus amigos y familiares y esto no hará sino otorgarle a la historia tintes no dramáticos, sino vergonzantes. (Si tienes posibilidad de leer prensa eeuuense sabrás lo que te digo, no sólo en España tenemos prensa de vergüenza).
Leo cosas como al presidente de la nación más importante del mundo asegurando que "ahora sí hay que tomar medidas". Antes no, claro. Y, por supuesto, no tomarán ninguna medida.
Leo comentarios como que la policía dijo a los chavales de 9 y 10 años, ¡9 y 10 años!, que se taparan los ojos para no ver. ¿Para no ver qué? Según se deduce de lo que publican los mismos medios eeuuenses, las armas son normales en cualquier domicilio, la violencia es habitual en cualquier estado, y, desde luego, no mencionaré en qué está basada buena parte de la cultura del país jefe del mundo: haced un repaso de libros, series de TV, películas, vídeojuegos. (Y esto no es una justificación porque que levante la mano el estado mundial que esté libre de violencias) Por lo tanto, ¿no ver qué?
Leo, con tristeza y desesperación que varias de las armas eran propiedad de la madre.
Leo con tremenda tristeza las palabras desoladoras del jefe de policía que aseguraba que la zona estaba segura. ¿Cómo puede estar segura una zona donde una maestra tiene armas en su casa al alcance de sus hijos? ¿Cómo puede estar segura una zona donde los niños matan y mueren? ¿Cómo puede estar segura nunca jamás esta zona, la mente de esos niños, sus sueños, sus fantasías?
Jamás estarán seguros.
Luego leo, para eso está Internet, que buena parte de la sociedad eeuuense se opone a la tenencia y distribución de armas, que buena parte de la sociedad eeuuense dice que "lágrimas y palabras no son suficientes".
Esto me tranquiliza de manera leve porque no puedo dejar de pensar en los niños, en las familias y en la muerte.