Es necesario contar las cosas. Imprescindible

Cuando uno empieza a estudiar en esto de las sociologías, le hablan de las relaciones internacionales, de la mujer (y sus derechos), de las asociaciones (ONG en su acepción más molona), del ámbito rural, del ámbito local, del ámbito urbano. Nos hablaban de muchas cosas pero no nos contaban la verdad del todo. Bueno, la verdad es que con la mierda de profesores que hay por ahí (lo digo con todas las letras porque en la Facultad de CC Políticas de Granada había muchos de estos, no sé ahora. Y muchos colocaos por el PSOE, también) qué nos iban a contar, bastante que supieran diferenciar entre un pueblo grande y uno mediano.
Una de las primeras cosas que aprendes cuando llevas unos cuantos años trabajando (en lo que sea, como sea) es que te puedes olvidar de la Diplomacia. Vale que hay excepciones pero haciendo un repaso a los apellidos encontrarás a qué me refiero. Vale más la genética que el curriculum. Siempre puedes entrar a trabajar (para hacerles el trabajo, claro) en gabinetes o en el cuerpo diplomático en rangos inferiores.
Algo que aprendes también es al respecto de la política en sí, lo que la mayoría de la gente entiende por política. Da igual que sepas más que nadie, que tengas un título o tres, incluso da lo mismo que sepas inglés (mira si arriesgo eh, que sabiendo inglés...encuentras trabajo seguro).
El infeliz autor convencido de que
el periódico era de izquierdas.
Y que en el papel encontraría la verdad.
Una de las mejores y más repetidas frases que le sueltan a un licenciado en Política es: ¿Por qué no te dedicas a la política? Sencillo. Es muy sencillo. Por que no se puede. Salvo que empieces en las juventudes XXXX, tragues, tragues, tragues y tragues sin compasión y sin atragantarte (perdón por las T). Bueno, o que tengas apellido, que siempre está bien visto, el apellido y la cuna. Da igual que el Gobierno sea del signo que sea.
(Si alguna vez compruebo que esto cambia a nivel general, no os preocupéis, lo diré) Si alguien me lo quiere refutar, que sea chulo y lo diga. Vale que este es mi blog y soy un poco exagerado pero no suelo mentir, exagerar quizás pero mentir no. Un ejemplo: no es mentira ni exageración que hasta tres profesores de la Facultad de CC Políticas de Granada, insistían en que eran o habían sido los primeros bla bla bla de la democracia, los primeros bla bla bla de Granada, consejeros, jueces, bla bla bla. Y por ello, su palabra era ley (literal). Pero de dar clase, lo justito. Para eso estaban los doctorandos. (A estos también se les puede aplicar lo de tragar, tragar, tragar hasta que te salga la laksjdhflkajdf por las orejas. Hoy me siento  indecente).
Sí, a mí me hubiera gustado dedicarme a la política con 23 años, como a cualquiera, o ser diplomático. Pero no me llegaba la nota, (pausa para las risas. ¿Ya habéis parado? Sigo)
En la Facultad aprendes muchas cosas pero luego tienes que llevarte unos cuantos coscorrones. Lo malo es cuando te convencen/obligan, so pena de un suspenso, de valores absolutos que luego no funcionan.
Os cuento estas cosas porque los primeros años del siglo XXI son muy, muy atrayentes para cualquiera, pero para los viciosos de lo socio político, son más, necesitan explicaciones constantes y uno no sabe por dónde empezar.
Creces pensando que la Sanidad es gratuita y resulta que a lo mejor no.
Creces pensando que la Educación es universal y gratuita, accesible a todos y que nos hace a todos iguales. Parece ser que no.
Creces pensando que vives en un sitio adecuado, te convencen de que tienes que ir a uno mayor (con más cosas, supuesto sinónimo de comodidades), que tienes que trabajar más y esforzarte cada día más para conseguir esas cosas (sinónimo de comodidades).
Creces pensando que puedes elegir un trabajo (¿qué quieres ser de mayor, hijo mío?) y resulta que ni hay trabajo ni puedes elegir, sólo cambiar parte de tu tiempo y vida por un sueldo.
Y la mayor parte de nosotros, encima, damos las gracias.

Pero lo peor es que no, no nos engañaron, al menos a mí.
No nos engañaron porque no tenían capacidad para engañarnos ni conciencia de que lo estuvieran haciendo, eran meros engranajes, tipos a quienes les dijeron: si votas a este partido, tendrás un puesto en la Universidad, si votas a este partido, tendrás un..Si haces lo que decimos, te irá bien.

Aunque no es cierto, las cosas no van bien, ni pasando por el aro, ni agachando la cabeza.

Un buen momento para mirar el mundo, desde una ventana pequeña.
Un buen momento para contar lo que sucede en el mundo, desde la misma pequeña ventana.

1 comentario:

Juan GR dijo...

Y yo pregunto, ¿son los políticos de ahora la verdadera máquina del tiempo? ¿Son ellos los que, como en Superman I, tienen el poder de invertir el curso del tiempo, y hacernos retroceder a peores decadas pretéritas? ¿Por qué ves ahora Cuéntame y te parece que vivían mejor? ¿Por qué parece que cualquier medida que se toma desde el poder últimamente parece un juego de "a ver cómo podemos joder a la gente un poco más"?

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