Malos tiempos para la Ciencia Política

Malos tiempos para la Ciencia Política 

La semana pasada los profesionales de los medios de comunicación de Albacete se concentraron en la plaza del Altozano para protestar por diversas razones. Cada cual eligió la suya pero la generalizada era el mal momento de la prensa local.
En el acto pudimos ver muchas caras conocidas de los medios de comunicación y de la política: concejales del PP; concejales y diputados del PSOE, gente de IU, personas de ambos sindicatos mayoritarios y gente en general.
Había mucho periodista, algunos en activo, otros en paro, muchos.
Pero también había asesores y jefes de prensa, de los que fueron del PSOE; y del PP.
Es una época mala, malísima para los jefes de prensa y jefes de gabinete, es una época pésima para los asesores profesionales.
Y no es que fuera mejor con el PSOE, no, lo que pasa es que se dice en voz baja y ciertos modos o modales actuales sorprenden (asustan) a cualquiera, si es mínimamente profesional.
El acontecimiento de la hace unos días, de ver a un Presidente del Gobierno actuar ante una cámara de televisión y no permitir el acercamiento de los medios de comunicación es un error tremendo, gigante, desproporcionado.
Y los jefes de gabinete y de prensa del Partido Popular lo saben, pero no pueden hacer nada, no pueden decir nada. Porque la democracia nos ha enseñado una cosa a quienes nos dedicamos o hemos dedicado a esto: lo que dice el jefe va a misa, tu punto de vista es de observador, de síseñorsolucionador y apagafuegos. Además de soporte permanente de broncas y gritos.

Cuando me ofrecieron un puesto como responsable de prensa, me dio un consejo una buena profesional de medios de comunicación que trabajaba para el PSOE: "Te toca hacer buenas las jilipolleces de mucho tonto". No es literal porque cito de memoria, pero vino a contarme que era mi trabajo. A veces tienes suerte y tu jefe dice menos tonterías, a veces dice todas las del mundo y la culpa es tuya por no haber ayudado.
A veces te gritan que "para llevar la agenda y llamar por teléfono se puede contratar a cualquier administrativo". A veces te gritan que "si no te gusta, hay veinte periodistas haciendo cola en la puerta" o "tengo el cajón lleno de curriculum". A veces te gritan porque les has aparcado el coche demasiado lejos o porque les has comprado en Mercadona el café que no le gusta a su marido. (Resumen de cosas que pasan/han pasado en PSOE y PP, y no a mí, que conste).
Es una mala época para los profesionales de la política y para los medios de comunicación. Pero también es una mala época a nivel personal porque tienes que decidir: ¿Prefiero trabajar aunque sea para un sinvergüenza? ¿Trabajo aunque sea para un ganapán cebollino? ¿Gano un sueldo para mi familia aunque sea dejándome la piel para un incompetente inculto?

2 comentarios:

Juan GR dijo...

Esas preguntas vitales del final nos las hemos planteado todos alguna vez. No hay una sola respuesta y ninguna es fácil.

SSB dijo...

Las preguntas difíciles son las que nos hacen mejores personas, ja ja ja. Lo malo es responder y ser consecuente con la respuesta.

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